Julio Borges y yo

Estimado Julio:

Acabo de terminar de leer su artículo publicado el día de hoy en El Universal. Le confieso que es la primera vez que me detengo a leer algo suyo, en parte, porque esta mañana lo vi en la televisión hablando de lo mismo de lo que hablaba en el artículo.

Yo soy una de las pocas estudiantes de ingeniería en el país que se detiene a leer la prensa, que realmente está pendiente de la situación política, económica y social de nuestro mal administrado país. Probablemente porque soy una periodista en potencia, aunque mi carrera diste mucho del medio.

Esta mañana me enteré de su próxima candidatura. Conocimiento que reafirmé al leer el artículo. Empiezo por confesarme antichavista hasta la pared de en frente, no creo en el castrocomunismo, ni en ninguna forma de comunismo o de dogma político extremista. Tampoco creo en el plan de gobierno de este gobierno, no se trata de si han cumplido o no sus objetivos, sino en la calidad de los mismos. Soy opositora, para siempre, y ver cómo se fragmenta la “estructura” de los que no somos chavistas y el aumento vertiginoso de ni-nis en este país me tiene asqueada.

El motivo que me impulsa a escribirle, para no hacer esto más largo, es sugerirle, a usted, a Primero Justicia, a la oposición, o a todos aquellos cuya meta es realmente el progreso común, que no nos fragmentemos. No quiero llegar a la mesa de votación con tres o cuatro candidatos opositores, otra vez. No quiero a la gente tratando de ponerse de acuerdo para votar por el mismo candidato, en contra del que consideramos peor. Quiero una sola propuesta, para hacerlo sencillo, para unir fuerzas, en vez de seguir resquebrajando esta sociedad que se ha convertido en mil sociedades, sobreviviendo en el mismo espacio geográfico.

Es necesario que sólo sean dos candidatos. El que no quiero y otro como salida al que no quiero. Y después vemos. Luego sanaremos esta enfermedad de poder que consume todos los estratos gubernamentales en la actualidad, en manos de un líder que, al menos, aún no esté enfermo. Pero claro, esto es lo que yo quiero.

Lo peor es que he tratado de entender la candidatura, las declaraciones, los artículos publicados. Me empapo y me empapo de oposición sin conseguir entendimiento. No comprendo las acciones ni la falta de las mismas. En definitiva, estoy empezando a pensar que mi mutismo infeliz no es más que el producto de muchos "no entiendo" que nacen de los dirigentes de la oposición. Que alguien me explique.

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