La cajita verde
Hace como ocho mudanzas, cuando yo vivía en mi primer cuarto, tenía una cajita verde. Allí guardaba mis cosas importantes. No eran joyas, ni dinero. Guardaba papelitos y servilletas con las primeras cosas que escribía, las cartas que me mandaban, las cosas que tenían un recuerdo amarrado de un hilito.
De las cosas que recuerdo, la cajita verde tenía un chicle masticado, el tallo de una rosa, la piel de una culebra (la que sueltan cuando mudan el cuero), el diario de mi mamá cuando era adolescente, una cuerda de guitarra oxidada, uñas para tocar guitarra que improvisabamos con tarjetas de teléfono picadas a la machimberra con una tijera vieja, calcomanías de Scooby doo, una ficha arrugada con la letra de "Una mujer con sombrero" de Silvio Rodríguez y un montón de cuadernos con cosas que escribía, dibujaba, pintaba y escupía.
Hoy estuve leyendo una cosa que yo hacía llamar "The big book" donde escribía poesía. Es un cuaderno enorme con una liga y pedacitos de versos regados entre las hojas. No me gusta nada, no sé cómo se me ocurrió ponerme a hacer poesía.
De las cosas que recuerdo, la cajita verde tenía un chicle masticado, el tallo de una rosa, la piel de una culebra (la que sueltan cuando mudan el cuero), el diario de mi mamá cuando era adolescente, una cuerda de guitarra oxidada, uñas para tocar guitarra que improvisabamos con tarjetas de teléfono picadas a la machimberra con una tijera vieja, calcomanías de Scooby doo, una ficha arrugada con la letra de "Una mujer con sombrero" de Silvio Rodríguez y un montón de cuadernos con cosas que escribía, dibujaba, pintaba y escupía.
Hoy estuve leyendo una cosa que yo hacía llamar "The big book" donde escribía poesía. Es un cuaderno enorme con una liga y pedacitos de versos regados entre las hojas. No me gusta nada, no sé cómo se me ocurrió ponerme a hacer poesía.
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