Luz acuática
El olor de todo tu cuerpo.
Llego a mi casa, después de estar contigo, y me huelo. Tu olor se me pega en cada pedazo de piel. Tus ojos, incrustados entre mis piernas, para siempre.
Tus manos tibias palpitando sobre mí me tocan los huesos de la cadera.
No veo nada.
Llegan. Tu cuerpo me abre como si yo fuera arena.
Tus piernas apretadas me aprietan.
Tu cuerpo extraño que empiezo a reconocer. Tu sonrisa pequeña.
Parpadeas lento, lentísimo. Hundes tu lengua y soy espuma. Tiemblo. Palpito, golpeo. Llueve dentro de mis venas.
En mi cuerpo hay partes redondas que se hinchan. Tú las besas y me lames toda.
Me bebo tu voz con todo lo demás.
Un ruido susurra, bajito, caliente. Un sabor aéreo.
Mi cuerpo corcovea varias veces y yo te veo, redondo y tibio. Me haces entender la fuerza de tu cuerpo, me la explicas una y otra vez, para adelante y para atrás. Me hundes todos tus impulsos por dentro y se me sale el aire por la boca.
Mi cuerpo son chorros de luz sobre tu centro de agua hirviendo.
Comentarios